martes, enero 31, 2006

Celebrando el Día del Traje de Gorila

Llegó el gran día. Hoy en Bizácoras todos dedicaremos nuestros espacios a la hilarante historieta de Don Martin. No se la pierdan, es un delirio surrealista magistral y las risas están aseguradas. Eso sí, les advierto, acabarán viendo trajes de gorila por todas partes, si no sufren ya de esta extraña patología después de seguir Bizácoras toda la semana. No quiero contarles cuando he visto a mi madre esta mañana lo que he pensado...
Pueden descargarla desde mi flickr o leerla en el blog de bizácoras.

¡Feliz Día del Traje de Gorila a todos!.

viernes, enero 27, 2006

La Bête, de Walerian Borowczyk

La Bête (Walerian Borowczyk, 1975) es un extraño cuento erótico que reúne referencias a La Bella y la Bestia y Caperucita, con un subtexto freudiano que lo acerca al romanticismo imposible de King Kong.
En el castillo del Marqués de la Esperanza diversas historias sexuales se hacen simultáneas, por un lado la de Lucy con su prometido el hijo del marqués, Mathurin, relación que nunca se consuma y conduce al autoerotismo, y por otro lado la historia de Romila (antepasada de Mathurin) que es perseguida por una Bestia en los bosques, -bestia que es un extraño híbrido con cuerpo de gorila y cabeza lobuna de grandes colmillos-. Este delirio sexual de bestialismo es revivido por Lucy en sueños y le lleva a descubrir que el hombre con quien va a casarse es también una bestia que le estaba reservada, y esa unión iba a ser consagrada por un príncipe de la iglesia. Como es de imaginar Lucy huye, aunque con el recuerdo de la Bestia en sus fantasías para siempre.
En los primeros fotogramas de la película, Borowczyk nos muestra con detalle el apareamiento entre una yegua y su macho con primeros planos de los órganos sexuales de los animales. Esta incidencia no es casual, ya que son planos que preparan el terreno para los sueños húmedos de Lucy, enamorada del monstruo imaginado, ya que en una escena posterior vemos como la jovencita hojea un libro con representaciones de caballos alados fornicando con mujeres: son los grabados de “La doncella de Orleáns, poema heroico-cómico en 18 cantos” que hacen que Lucy se acabe masturbando. Estas referencias equinas son prefiguraciones del icono sexual, de la Bestia ansiada de su caliente imaginación que poco después se le revela mientras duerme.

La película explora el tema de la necesidad urgente del placer sensual dentro de una atmósfera represiva, que lejos de ahogar los instintos conduce al abandono y a la celebración del placer, elementos que aparecen unidos a un peculiar sentido del humor no exento de ironía.
La película se desarrolla en un tono de lirismo preciosista que se complace en los detalles, en un juego caprichoso de formas y colores barrocos que rebosan sensualidad. Borowczyk se recrea en los planos cortos y en los primeros planos para hacer insistencia en la inmediatez del deseo y da una importancia física a la música, como en la escena del sueño que se inicia con una pieza de clavicordio de Scarlatti, y a la fotografía, que abunda en rojos y verdes condensados. La música y la fotografía son elementos canalizadores de lo poético, Borowczyk le dedica una atención fetichista a los objetos y partes del cuerpo aisladas y a la decoración, tratándolos casi como a seres vivos con un importante peso narrativo.
No dejo de recomendarles esta película, que es un viaje surrealista al Mundo Perdido, o también la increíble “Cuentos Inmorales”, como dos joyas de la imaginación bizarra del director. Recomendadas quedan.

Y para ir siguiendo la Semana del Traje de Gorila, aquí tienen: el día 2.

jueves, enero 26, 2006

Julia Pastrana. La Donna Scimmia.

La historia de Julia Pastrana no está exenta de amargura y tragedia. Nacida en México en 1834 padecía lo que se conoce como hipertricosis y todo su cuerpo aparecía cubierto de abundante pelo oscuro. Tenía encías protuberantes y dos filas de dientes. Julia, que medía 137 cm. de altura, al ser visitada por los médicos diagnosticaron que su caso era el fruto de un amor antinatural entre un humano y un gorila.
A los 20 años empezó a trabajar como “fenómeno” de circo y tuvo tanto éxito que marchó en exhibición a Estados Unidos presentándose como el “híbrido maravilloso”.
Theodore Lent, empresario artístico, vio enseguida las enormes posibilidades comerciales de Julia y se dedicó a cortejarla hasta que se casaron en 1854. Además de exhibirla, comenzó a organizar tertulias en su casa con su esposa como tema de conversación. Le enseñó a cantar y bailar, y ella, por su propia cuenta, aprendió a leer y escribir en tres idiomas. Decía que le gustaba dedicar su tiempo libre a la lectura, aunque curiosamente en los shows fuera vendida como una completa analfabeta.
Tuvieron tanto éxito que el matrimonio Lent se decidió a hacer una gira por Europa con números espectaculares protagonizados por nuestra heroína. Julia realizaba un espectáculo acrobático sobre un caballo, bailaba y cantaba e imitaba a Lola Montes.
En 1860 dio a luz un hijo, pero el parto se complicó y madre e hijo murieron a los pocos días. Pero Lent no cejaba en sus proyectos ambiciosos, no sólo vendió entradas para que la gente presenciara la agonía de su mujer, sino que encargó a un tal profesor Sukolov que los momificara, y vendió los cuerpos a la Universidad de Moscú. Poco después se enteró de que en la Universidad se dedicaban a hacer negocio, organizando visitas científicas a las momias, y viendo el filón que aún representaban, reclamó los cuerpos y empezó a exhibirlos en una plataforma, ella vestida como bailarina rusa y el pequeño con traje de marinero.
En 1864 Lent volvió a casarse, de nuevo con una mujer barbuda a la que promocionó como la hermana escondida de Julia Pastrana, pero poco le faltaba para volverse loco y acabó sus días en un asilo después de haber tirado parte de su dinero al río. Su mujer heredó las momias, y decidió venderlas y empezar una nueva vida lejos de las ferias. Se afeitó y se casó con un chico veinte años más joven huyendo de la vida pública.
Las momias de Julia y de su hijito fueron pasando de mano en mano hasta que en 1976 fueron robadas de un almacén de Oslo. A ella le arrancaron el vestido y le rompieron un brazo, y el niño fue abandonado en una cuneta donde se lo comieron las ratas. Al volver a estudiar los cuerpos se descubrió que se conservaban de forma tan milagrosa porque no habían sido embalsamados como se hace habitualmente, sino que fueron disecados como los animales.
Marco Ferreri se basó en la vida de Julia Pastrana para hacer una película en 1963 ( La donna scimmia)

Y para que sigan la semana gorilera, esto fue lo que sucedió ayer en Bizácoras

miércoles, enero 25, 2006

Marchando una de gorilas

A partir de hoy en Bizacoras nos ponemos un poco peludos para celebrar La Semana Internacional del Traje de Gorila y homenajear a Don Martin, así que si seguís el directorio podréis ver como algunos blogs El Señor Snoid, El Emperador de los Helados, El Blog Ausente, Frunobuland, Arboles Muertos y Mucha Tinta, el Focoblog, La Página 36, Satanasito, Basta de bastas, Cine, Vicio, Subcultura..., Crazy Japan!, Higroblog, el Hijo Tonto y quien quiera agregarse dedicarán su espacio al gorila en cualquiera de sus manifestaciones pop culturales.
Ya he estado echando un vistazo y he visto que el Señor Snoid hace hoy una reseña de The Robot Monster de Phil Tucker, desde un punto de vista gorilero, con algunos videos que no deben perderse.
Así que hasta el día 31 yo también dedicaré mi blog a los simpáticos simios. Si no añado nada más, mañana hablaré de Julia Pastrana, uno de esos bellos prodigios que tanto me gustan que se decía hija de una mujer y un gorila, el viernes irá de filias y haré una reseña del film erótico La Bête de Walerian Borowczyk y el lunes para que haya variedad dedicaré un post a Magila el Gorila, ¡grande! Y claro, el día 31 todos a disfrazarse y a festejar con el extraño humor de la historieta de Don Martin.
Hoy para ir abriendo el apetito, les dejo con estas imágenes. A supervitaminarse y mineralizarse.




martes, enero 24, 2006

Pluk, Naufrago del Espacio

Si les apetece rodearse de atmósferas espaciales de colores chirriantes, de electrónica setentera, de biips biips continuos y de escenarios naïf, no duden en subir a bordo de “l’Arago X-001”. Irán acompañados de Niki, un niño con dotes de genialidad amante de la ciencia ficción y de la astronáutica, su amiga Babette y su perro Júpiter, y, lo dejo para el final, de Pluk: robot naufrago que lamentablemente está perdido en el espacio después de que su nave Cosmos fuera atacada.
Aterrizajes forzosos en el planeta Rojo y en el planeta Verde, enfrentamientos a alienígenas voraces y sangrientos, la tortura de la risa del Gran Manitou… ¿Qué ingredientes más necesitan? La película es para verla y dejarse seducir por la estética ingenua, los ojos gigantes y las bocas sonrientes, y las peripecias de las criaturas amables de Jean Image.

lunes, enero 23, 2006

Gilles de Rais. El Mariscal de las Tinieblas

Transcribo un fragmento de la confesión que hizo Gilles de Rais Gilles de Rais (1404-1440) en los días previos a su ejecución en Nantes extraído de “El mariscal de las Tinieblas” de Juan Antonio Cebrián, libro que tiene el aliciente de incluir, traducidas al castellano, muchas de las declaraciones que los testigos argumentaron en el juicio contra el perverso y rico aristócrata que había creado una de las cortes más florecientes en su castillo de Tiffauges donde se dedicaba a los más exquisitos placeres, rodeado de grandes lujos y refinamientos entre la negrura de sus crímenes.
Aunque prefiero la novelización que de su vida hiciera Huysmans en "Allá Lejos" (disponible en esta bella edición de Valdemar), “El mariscal de las Tinieblas” traza una biografía detallada de Gilles insertándola en el marco histórico y social de la Guerra de los 100 años y describiendo el amor ferviente que sintió el mariscal por Juana de Arco.
“Cuando la vi por primera vez parecía una llama blanca. Fue en Chinon, al atardecer, el 23 de febrero de 1429. Desde el principio fui su amigo, su campeón. En el momento en que entró en aquella sala un estigma maligno escapó de mi alma y, ante el escepticismo del delfín y la corte, yo persistí en creer su misión divina. En presencia de ella y por ese breve lapso, yo iba en compañía de Dios y mataba por Dios. Al sentir mi voluntad incorporada a la suya, mi inquietud desapareció”
El libro analiza también la compleja personalidad de este asesino piadoso que se consideraba profundamente cristiano, tan pronto protegía a los niños desvalidos en su centro de acogida para huérfanos, Los Santos Inocentes, como mataba sádicamente a las criaturas que le suministraban, besando con pasión los labios de sus cabezas decapitadas.
Extraña dualidad la de este hombre que se llamaba Hijo de Cristo, y que pidió a los padres de las víctimas que rogaran por él al cielo, pidiéndoles perdón antes de la ejecución días después de declarar esto:
“Yo, Gilles de Rais, confieso que todo de lo que se me acusa es verdad. Es cierto que he cometido las más repugnantes ofensas contra muchos seres inocentes –niños y niñas- y que en el curso de muchos años he raptado o hecho raptar a un gran número de ellos –aún más vergonzosamente he de confesar que no recuerdo el número exacto- y que los he matado con mi propia mano o hecho que otros mataran, y que he cometido con ellos muchos crímenes y pecados. En todas estas viles acciones yo fui la fuerza principal, aunque he de mencionar como asesinos de niños a mis primos Roger de Bricqueville y Gilles de Sillé, a mis criados Griart y Étienne Corillaut, alias Poitou, a mi otro criado Rossignol y al pequeño Robin, que desgraciadamente ha muerto. Confieso que maté a esos niños y niñas de distintas maneras y haciendo uso de diferentes métodos de tortura: a algunos les separé la cabeza del cuerpo, utilizando dagas y cuchillos; con otros usé palos y otros instrumentos de azote, dándoles en la cabeza golpes violentos; a otros los até con cuerdas y sogas y los colgué de puertas y vigas hasta que se ahogaron. Confieso que experimenté placer en herirlos y matarlos así. Gozaba en destruir la inocencia y en profanar la virginidad. Sentía un gran deleite al estrangular a niños de corta edad incluso cuando esos niños descubrían los primeros placeres y dolores de su carne inocente. Me gustaba poner mi miembro viril en los culos de las niñas que no sabían todavía para qué servían sus otras partes. Dejé que mi semen impregnara los cuerpos de estos niños y niñas hasta cuando estaban agonizando.
Éste no es el final de mis execrables crímenes. Siempre me he deleitado con la agonía y con la muerte. A aquellos niños de cuyos cuerpos abusé cuando estaban vivos, los profané una vez muertos. Después de que hubieran muerto, gozaba a menudo besándolos en los labios, mirando fijamente los rostros de los que eran más bellos y jugueteando con los miembros de los que estaban mejor formados. También abrí cruelmente los cuerpos de aquellos pobres niños o hice que los abrieran en canal a fin de poder ver lo que tenían dentro. Al hacer esto mi único motivo era mi propio placer. Codiciaba y deseaba carnalmente su inocencia y su muerte. Con frecuencia, he de confesar, y mientras esos niños estaban muriendo, yo me sentaba sobre sus estómagos y experimentaba gran placer en oír sus estertores de agonía. Me gustaba que un niño muriera debajo de mi cuerpo, u observar como uno de mis criados cometía actos de sodomía con un niño o una niña y lo mataba después. Solía reírme a carcajadas a la vista de un espectáculo así en compañía de los mencionados Corillaut y Griart. Ordenaba que Griart, Corillaut y los otros convirtieran después en cenizas los cadáveres de mis víctimas (…)
Me gustaba ver correr la sangre, me proporcionaba un gran placer. Recuerdo que desde mi infancia los más grandes placeres me parecían terribles. Es decir, el Apocalipsis era lo único que me interesaba. Creí en el infierno antes de poder creer en el cielo. Uno se cansa y aburre de lo ordinario. Empecé matando porque estaba aburrido y continué haciéndolo porque me gustaba desahogar mis energías. En el campo de batalla el hombre nunca desobedece y la tierra toda empapada de sangre es como un inmenso altar en el cual todo lo que tiene vida se inmola interminablemente, hasta la misma muerte de la muerte en sí. La muerte se convirtió en mi divinidad, mi sagrada y absoluta belleza. He estado viviendo con la muerte desde que me di cuenta de que podía respirar. Mi juego por excelencia es imaginarme muerto y roído por los gusanos”.

viernes, enero 20, 2006

Maniática

La aguerrida Pussy Galore me lanza un meme sobre mis cinco manías, si sólo tuviera cinco… pero es que las tengo a docenas. He tenido que hacer un loable trabajo de síntesis para realizar esta pequeña selección. Aquí las tienen:
-Mi tenedor favorito. (Esta manía es extensible a mi cuchara favorita o mi cuchillo favorito, he escogido el tenedor porque le tengo un gran cariño) Es inevitable al abrir el cajón de los cubiertos buscar mi tenedor favorito, cualquiera podría pensar que son todos iguales, ¡pero no!, hay uno que tiene una pequeña marca graciosa de un diente, o tiene un contacto más calido, qué sé yo… pero al abrir el cajón tengo que comer con ese, mi favorito, y si está sucio corro a buscarlo al lavavajillas, sino la comida se convierte en una tragedia.
-Sobre la comida. Puedo contarles como he de comer el cruasán: primero los cuernos, luego la capa de arriba y por último la parte blandita del centro; o el sándwich: primero le doy vueltas mordiendo la corteza exterior y después me como el centro, pero lo más laborioso es el Cola Cao, hacerlo bien es un arte. Primero la leche muy fría, después seis o siete cucharadas sin remover bien, me gusta que queden grumos, y entonces los voy cazando con la cuchara, después me bebo la leche y al final me encantan los restos de cacao derretido en el fondo del vaso que también recupero con la cuchara. No hay un Cola Cao mejor, se lo aseguro.
-Las líneas de las aceras. ¡Que no haya una cuadrícula! No puedo evitar al caminar por las aceras fijarme en las líneas de separación, a veces no les hago mucho caso, pero otras no lo puedo evitar, sé que no debo pisarlas, es como si me hablaran, los demás da igual que las pisen o no pero yo no puedo hacerlo. Así que me las ingenio como puedo para sólo pisar zonas lisas. No tan extremo como Jack Nicholson en “Mejor Imposible”, pero casi.
-El maravilloso olor de los libros. Es una pasión. Llegar a casa de la librería o de la tienda de discos y tumbarme a oler los libros y los CDs, sobretodo los libros, cada uno tiene un olor tan característico. Me encanta.
-Las estrategias en el tren o autobús. ¿Quién no tiene sus manías en el transporte público? Creo que no soy la única, porque he advertido que algunos asientos son los más buscados. Yo tengo mis preferencias en cuanto a: si es un asiento solo, si está cerca de la ventanilla, preferible si está en la parte de atrás, cerca de la puerta de salida, si no hay freaks cerca, y un larguísimo etcétera, no llego a dar empujones por el lugar privilegiado como las ancianitas, pero no sé como me afectará la edad en esto.
Bueno, después de retratarme como una total neurótica le paso el turno a cinco víctimas: Illuminatus, Noemí, Mr. Glasshead, El Bastión de los Sueños y Dr. Benway. A ver qué me cuentan.

El síndrome Dr. Strangelove


¿Sienten que su mano toma sus propias decisiones, que roba los caramelos del supermercado cuando usted no mira o que pellizca traseros en el autobús? No lo dude, sufre entonces el síndrome Dr. Strangelove.
El síndrome de la mano anárquica también llamado Dr. Strangelove por el personaje que interpreta Peter Sellers en la cinta de Kubrick de 1964, es un raro desorden neurológico en el que, quien lo padece, siente como si la mano no fuera parte de su cuerpo y no tuviera control sobre sus movimientos. Algunos pacientes creen que su mano está poseída por algún tipo de espíritu y que por eso se mueve sola, entonces luchan contra ella o intentan agredirla.
Parece gracioso, pero es cierto. El profesor Sergio Della Sala, de la Universidad de Aberdeen en Escocia ha realizado varios estudios sobre pacientes con este síndrome. Cita el caso de una mujer que acudía a su consulta con la mano atada a la espalda porque no se fiaba de lo que podía hacer, otro que no podía comer pescado porque la mano anárquica se empeñaba en meterle las espinas en la boca y otro que se intentaba estrangular cada noche.
Se conoce sólo un caso de pie anárquico, pero todos sabemos, claro, que un pie es menos peligroso.
No sé si iba a escribir sobre esto hoy, pero es que esta mano mía… Hace lo que le da la gana.

jueves, enero 19, 2006

Korla Pandit

“Permanency in music is the ultimate in love."

¿Quién es este extraño hombre del turbante? Korla Pandit fue uno de los pioneros del género Exotica en la infancia de la televisión. Su programa “Adventures in Music with Korla Pandit” se emitió desde 1949 hasta mediados de los años 50, y en él desarrolló lo que él llamaba el “Lenguaje Universal de la Música y el Amor”, que explicado de una forma más prosaica sería esto: Durante aproximadamente una hora tocaba su Hammond B-3 en largas piezas instrumentales hipnóticas que pretendían llevar calma y sosiego a los hogares norteamericanos. Durante el programa Korla no hablaba, la cámara hacía primeros planos de su enigmática y sugestiva mirada y de sus manos acariciando las teclas. A menudo tocaba el órgano y el piano a la vez, uno con cada mano.
Según Korla, su objetivo era expresar amor a partir de las vibraciones sonoras y lo cierto es que lo consiguió con creces. Su programa tenía muchísimo éxito y las amas de casa lo consideraban un sex symbol, tenía miles de admiradoras enamoradas que entraban en éxtasis con su música, no precisamente místicos.

Korla Pandit decía ser el descendiente de un sacerdote brahmánico hindú y de una cantante de opera francesa de la que habría heredado sus dotes musicales, pero lo cierto es que sus padres eran afroamericanos descendientes de esclavos de Missouri. Su verdadero nombre era John Roland Redd, aunque tuvo varios alter ego antes de ser Korla, como Juan Rolando, en un momento que pensó que tendría más éxito como latino. Su carrera musical había comenzado en la radio, en el show exótico “Chandú el Mago”, pero ese talento no podía quedarse ahí y pronto dio el salto a la fama en la pequeña pantalla para delicia de las espectadoras. Tras su éxito en televisión montó su propia discográfica India Records y tuvo una estrambótica carrera con temas dedicados casi siempre al amor. Su última representación fue de la mano de Tim Burton, interpretándose a si mismo en Ed Wood en 1994.


Un par de cosas

Hoy antes de nada quería dar las gracias al señor Naranjo de Flora y Fauna por su comentario del otro día. Porque si en uno de los mejores blogs sobre literatura y tebeos lees esto: Lluvia y sitios, ¿qué decir? Que así sí dan ganas de seguir escribiendo.
Me emocionó mucho leerlo. Así que gracias, y le dedico esta foto con gato incluído.
Y después quería aprovechar para colgar mi retrato freak para la galería de Garbage Pail Bloggers de Frunobulax, y también les dejo el enlace por si quieren convertirse en un miembro más de la pandilla basura. Yo salgo muy favorecida.

miércoles, enero 18, 2006

Camille Rose Garcia

Les invito a dar un paseo en barca por esta pesadilla cartoon en ruinas. Como Caronte les conduciré por el río de caramelo de estos cuentos surrealistas. Adentrémonos en la gruta:
En un principio la luz de los barnices brillantes y purpurina es cegadora y apenas nos permite distinguir las formas, poco después los extraños seres que pueblan su universo negro emergen enmarcados por contornos oscuros: hay princesas góticas que parecen sacadas de las ilustraciones de Aubrey Beardsley, villanos maquillados como payasos terroríficos, animales extraviados de ojos inmensos y aterradoras criaturas fantásticas rodeadas de tentáculos. Las Alicias de esta Disneylandia perversa languidecen drogadas con ansiolíticos y antidepresivos, y los cervatillos se apresuran a caer en la trampa de las manos femeninas que ocultan cuchillos.
Camille Rose cita entre sus influencias personajes tan dispares como William Burroughs, Phillip K. Dick, Henry Darger y grupos musicales un tanto politizados como The Clash o Dead Kennedys. Les dejo este enlace a su página web para que prueben las torturas del Hombre Menta.



martes, enero 17, 2006

Franz Xaver Messerschmidt

Franz Xaver Messerschmidt, escultor alemán (1736-83) es uno de los artistas que suele citarse a menudo en los numerosos estudios sobre la locura en las artes. Ya en su época, el Primer Ministro, el conde Kaunitz, no lo consideraba apto para ostentar la cátedra de profesor de la Academia de Viena por su extraño comportamiento:
“… Desde hace tres años viene padeciendo algún desorden en la cabeza que, aunque ahora ha remitido, permitiéndole trabajar como antes, sin embargo se manifiesta de vez en cuando en una imaginación no del todo cuerda”.
Messerschmidt se retiró a Bratislava huyendo de la vida pública y consagrando su arte a confeccionar 69 bustos que representaban las 64 variedades de muecas que había catalogado como posibles. Estas cabezas eran autorretratos, el escultor “cada 30 segundos se miraba al espejo y con el mayor cuidado ponía la cara que necesitaba”.
El escritor Friedrich Nicolai visitó al artista en 1781, y aunque tenía fama de no recibir a nadie consiguió ganarse su confianza y entrevistarle, publicando posteriormente su encuentro con el excéntrico artista.
“Todo su mobiliario consistía en una flauta, una pipa para el tabaco, un jarro de agua y un viejo libro italiano sobre las proporciones de la figura humana. Esto fue lo único que quiso conservar de sus antiguos bienes. Aparte de esto tenía colgada cerca de la ventana media hoja (de papel) con un dibujo de una estatua egipcia sin brazos que siempre contemplaba con gran admiración y reverencia. Estaba relacionada con un cierto disparate suyo que exageraba mucho”
En Viena, Messerschmidt se había relacionado con círculos esotéricos y explicó a Nicolai que realmente veía fantasmas, capacidad que relacionaba con su castidad, ya que según decía sólo las personas puras podían tener contacto con los espíritus invisibles. Estos espíritus le torturaban y asustaban mucho, sobre todo por la noche. Temía especialmente al “Espíritu de la Proporción”. Messerschmidt había estudiado profundamente el tema de las proporciones humanas y su teoría estaba basada en un secreto que ocultaba la estatua dibujada que describe Nicolai, la de Hermes Trimegistos, el dios egipcio helenizado del conocimiento esotérico.
Según el escultor, el “Espíritu de la Proporción”, envidioso de los descubrimientos que había logrado, se dedicaba a causarle graves dolores por todo el cuerpo y la cara, y él tenía que pellizcarse en algunos puntos para contrarrestar los males que le causaba el maligno, dominando de esa forma al fantasma celoso de su sabiduría.
De los bustos que realizó, había dos obras a las que llamó “cabezas hocico” que eran sus predilectas y de las que nunca hablaba (figura central de la imagen de arriba). Como el sagaz Nicolai adivinó que eran “imágenes del espíritu de la proporción”, Messerschmidt le explicó que “él espíritu le había pellizcado y él había pellizcado al espíritu a su vez, y aquellos bustos fueron el resultado de aquello”.
Varias teorías relacionan la obra de Messerschmidt con la teoría de Mesmer (1734-1815), que creía que las condiciones psicológicas y fisiológicas del hombre estaban gobernadas por las fuerzas magnéticas del sistema nervioso. En cuanto a la locura de Messerschmidt, los teóricos no se ponen de acuerdo, algunos sostienen que era simplemente un excéntrico y que sus obras hablan por si mismas, ya que si hubiera sido un enfermo, no hubiera dedicado tantos años a esta labor de resultado tan brillante.

lunes, enero 16, 2006

Casas muy inusuales

Dichoso Lunes, me da pereza hasta escribir aquí, así que hoy les pondré un link, eso sí, ¡qué link! Enorme. Es una web con fotografías de casas muy inusuales, desde un intento de la casita de Hansel y Gretel, hasta una réplica de la casa de los Simpson, una casa hecha completamente de papel de aluminio, otra gravitatoria, otra de las más horteras y kitsch que he visto nunca dedicada al culto a Lucifer, bueno, es que es un no parar…
Entren y disfruten: Seattle Dream Homes
Hogar, dulce hogar.

Más sobre casas Kitsch:
La mansión Addams
Kitsch Deluxe

viernes, enero 13, 2006

¿Are you dead? El síndrome de Jules Cotard

¿Se sienten vivos, o por el contrario creen que su piel se cae a tiras y sufren ya los primeros síntomas de la descomposición?
Jules Cotard (1840-1889) lo llamó Delirio de negación y algunos años más tarde el psiquiatra francés Régis le puso el nombre del neurólogo parisino que lo había descrito en una conferencia en 1880, el antes mencionado Cotard, que se refería a él como una consecuencia de las melancolías delirantes. También lo asoció a ideas de posesión, inmortalidad y delirios de enormidad.
El síndrome de Cotard es un raro desorden en el que la persona que lo sufre tiene la creencia de que está muerta, no existe, se está pudriendo y ha perdido los órganos internos. Algunos enfermos incluso llegan a percibir el olor de su carne en putrefacción o sienten como los gusanos los van devorando.
Un caso famoso del síndrome Cotard describe a una mujer que estaba tan convencida de su muerte que insistía en vestir un sudario y se instaló en un ataúd. Pidió ser enterrada y como sus familiares se negaron, permaneció en su ataúd hasta que falleció algunas semanas después.

jueves, enero 12, 2006

Orion, el Elvis Enmascarado

Cuando le preguntaron a Shelby Singleton (el hombre que creó a Orion) sobre su criatura dijo que era un vocalista de talento y un intérprete carismático: “Realmente era bueno. Podría haber sido una estrella excepto por el hecho, de que, hiciera lo que hiciera, sonaría como Elvis”
¿Una maldición o un don del cielo tener exactamente la misma voz que “el Rey”?
Cuando en Sun Records escucharon cantar a Jimmy Ellis no podían creerlo, era un extraño prodigio, no sólo sonaba igual que el señor Presley al cantar, sino también cuando hablaba o recitaba, era asombroso.
Singleton vio enseguida que podría sacar partido de este joven de Alabama. Escogieron su nombre de una novela de Gail Brewer Giorgio, sobre una estrella del rock que finge su muerte en su mansión de Tennesse para escapar de su propia fama. La novela se escribió después de que la escritora supiera de la muerte de Elvis en 1977, y cual no sería su sorpresa cuando un día al teléfono escuchó la voz del mismo “Rey” presentándose como Orion, por supuesto que ella protestó replicándole que Orion era un producto que había creado, que provenía de su imaginación, pero nuestro amigo Jimmy tenía claro que era Orion, ya que lo habían bautizado como tal ese mismo día en la compañía de discos.
Singleton quería hacer creer al público que Elvis podía haber fingido su propia muerte, y que ahora volvía con un nuevo disco al que llamaron “Reborn”, tal cual si fuese Jesucristo saliendo de la sepultura. Como Jimmy no tenía parecido físico con el cantante, se les ocurrió que llevaría siempre mascara, y le diseñaron muchísimas, de colores y formas diversas.

Parece difícil de creer, viendo las fotos, que la gente pudiera pensar que era realmente Elvis, pero la fe mueve montañas, el público creyó lo que quería creer. Muchos corrieron a comprar el disco e incluso algunos fans que no creían que Orion fuese Elvis, aseguraban haber visto en el escenario como Orion y Presley se intercambiaban los papeles, y que cuando uno estaba cansado el otro lo suplantaba en el escenario.
Hasta que en la noche de Fin de Año de 1981 un Jimmy cansado se quitó la máscara en el escenario y un fotógrafo recogió el momento. A partir de entonces su carrera entró en decadencia.
Jimmy Ellis murió en 1998. Unos ladrones entraron en su establecimiento “Jimmy’s Pawn and Package” (cuando se retiró de la música creó varias tiendas) y mataron a él y a su mujer a tiros. Sus fans se mostraron afectados por la pérdida, aunque algunos que fueron consultados ¡aún creían que era Elvis! Incombustibles.
Les dejo este enlace a la página web, no se lo pierdan, sobretodo las fotos y si quieren escucharlo hay algunos MP3. Realmente se parece.

miércoles, enero 11, 2006

Delicias Turcas, de Paul Verhoeven

O como probar el delicado fruto que nos hace trascender.
Delicias turcas, un clásico del cine erótico de los 70 perteneciente a la etapa holandesa de Paul Verhoeven, se sirve de una historia de amor entre un escultor y una dulce niña mimada por sus padres, para construir una ficción simbólica sobre el enamoramiento y la creación artística.
Un consciente sentido del hedonismo, furor vital y temperamento anárquico son los hilos conductores de esta pasión que en todo momento se nos aparece extraña por la voluntad del director de ir más allá, de hacerla universal, y al mismo tiempo evitar explicaciones y mostrar los hechos tal cual en lugar de palabras.
La película transita pues por las etapas de la relación entre Eric Vonk (Rutger Hauer) y Olga (Monique Van de Ven), explicando el amor mismo, desde los hambrientos inicios, hasta el ocaso que irremediablemente aparece unido a la muerte, pasando por una espiral de decadencia representada como la degeneración mental de Olga. Y Verhoeven no sólo explica el amor de los hombres, no es casual que Eric sea un artista, y que Olga devenga el sujeto que aparece representado en sus obras como fetiche obsesivo. El amor como acto de creación es también punto de especulación de la historia.
Aunque la película no ahorra en crudeza y realismo, tiene un carácter sutilmente onírico desde el inicio, y esto se concreta por ejemplo cuando ambos personajes se conocen y sufren una serie de situaciones impeditivas que les imposibilitan consumar el acto sexual una y otra vez, no sólo como si el censor de los sueños lo impidiese, sino también como signos premonitorios de la fatalidad. Más adelante, cuando la pareja entre en crisis, este ambiente de sueño se convertirá en una auténtica pesadilla ante los ojos atónitos de Vonk que verá como en una cena familiar su amada se escabulle al lavabo con otro hombre mientras el resto de familiares ríe de forma histérica y él acaba vomitando sobre la mesa con grandes arcadas. Justo antes de esa secuencia habíamos visto a los dos personajes besándose bajo la lluvia mientras celebraban su felicidad con vino, y ese vino del festejo se derramaba por el suelo diluyéndose en los charcos, escapando por las alcantarillas.
Todo es símbolo: el vino granate, los dulces que ella engulle atropelladamente en el hospital atragantándose (que dan nombre a la película) e incluso la peluca que Eric le regala justo antes de la muerte completa, como si con ella se pudieran disfrazar un poco del amor que ya no tienen. Una ilusión efímera teñida de rojo.
Eros y Thanatos… dice Verhoeven cuando le preguntan por el film, como si con esas dos palabras no se pudiera decir nada más, como si fueran esa misma pareja que juguetea bajo la lluvia.
TITULO ORIGINAL Turks Fruit
AÑO 1973
PAÍS Holanda
DIRECTOR Paul Verhoeven
GUIÓN Gerard Soeteman (Novela: Jan Wolkers)
MUSICA Rogier Van Otterloo
FOTOGRAFÍA Jan De Bont
REPARTO Rutger Hauer, Monique Van de Ven, Tonny Huurdeman, Win Van den Brink, Hans Boskamp

martes, enero 10, 2006

Los desnudos de Marilyn para Playboy

“En Hollywood te pueden pagar 1.000 dolares por un beso, pero sólo 50 centavos por tu alma”
Robando almas.
En 1953 Hugh Hefner compró al fotógrafo Tom Kelley una sesión de fotos que Marilyn Monroe había protagonizado en 1949 y que había pasado casi desapercibida. Esas fotos se utilizarían para ilustrar el primer número de la revista Playboy e incluían el famoso desnudo en diagonal de Marilyn sobre fondo rojo que tan famoso se hizo en los calendarios en los años 50.
Pero no todas las fotografías de la sesión se utilizaron. Algunas, como la de arriba, no salieron a la luz hasta el año pasado en que Playboy se decidió a restaurarlas. Son las únicas en las que Marilyn miraba directamente a la cámara, y tal vez por este motivo se consideraron demasiado atrevidas. Si Marilyn miraba hacia otro lado tal vez el voyeur se sentía con mayor libertad para devorar el desplegable.

Encontré las fotos por casa, entre unos papeles, y decidí hacerles un regalito. Para que roben el alma detrás de los ojos o para hacer conjeturas. Por mi parte nunca he comprendido bien el mito de la Marilyn víctima , más leyendo sus varias biografías en las que se explica como fue subiendo al acostarse con varios ejecutivos y agentes de talentos, hecho nada inusual por cierto en la fábrica de sueños.
¿Ingenuidad? Cuando le preguntaron por estas fotografías la rubia platino respondió:
“No es cierto que no tuviera nada puesto, tenía puesta la radio”.

lunes, enero 09, 2006

El Genio Saturnino

Jacob de Gheyn. Melancolía. "La Melancolía, aquella aflicción tan calamitosa de alma y mente, a menudo oprime a los hombres de talento y genio"
¿Cuál es la imagen del artista en el imaginario popular? “Nacidos bajo el signo de Saturno. Genio y temperamento de los artistas desde la Antigüedad hasta la Revolución Francesa” pretende trazar la relación del artista con su entorno desde la época clásica hasta los albores del Arte Contemporáneo, más concretamente la impresión que de los artistas tenía la población a partir de las anécdotas y habladurías que de ellos circulaban.
Sobre el título del libro: Mercurio es el planeta de los hombres de acción, según la tradición antigua, los artesanos, por ejemplo, nacerían bajo su signo. En cambio Saturno es el planeta de los melancólicos y durante el Renacimiento se pensó que los artistas de la época mostraban rasgos del carácter saturnino: contemplación, soledad, creatividad, nostalgia.
Para mostrarnos ejemplos de la tendencia a considerar a los creadores como excéntricos, egocéntricos, caprichosos, en fin saturninos, Rudolf y Margot Wittkower recurren a biografías, diarios de los artistas y documentos varios donde aparecen historias tan estrafalarias como estas:
-Sobre el pintor Giovan Domenico Cappellino (1580-1651), y su obsesión por la limpieza:
Su predilección por la limpieza fue increíble. No quería que ninguno de sus mozos sacudiese su casaca, moviera las sillas o anduviera descuidadamente por la habitación donde estaba pintando, por el miedo de que el polvo que se levantara cayera en su paleta. Cada vez que pedía la caja de pinceles o cualquier otra cosa que estuviera encima de una mesita, después de coger lo que necesitaba, insistía en que se volviera a colocar exactamente en el mismo sitio y dentro del área señalada por el polvo, que acaso hubiera sido levantado por el menor movimiento. Si por necesidad un pescadero o tendero entraba en la casa, tenía mucho cuidado de que no tocase nada, y si por ventura tocaban algo, lo mandaba limpiar inmediatamente de tal manera que parecía que había sido contaminado o infestado.
Esta escrupulosa limpieza suya llegó a tal extremo que no tocaba las monedas que veía sucias o manchadas de tierra, y si lo estaban, mandaba limpiarlas a su mozo. Cuando salía de casa, el que le acompañara tenía que medir sus pasos geométricamente y pisar muy ligero, sin levantar polvo o salpicar barro. Un día, mientras andaba por una determinada calle, vio que un chico, que llevaba una botella de aceite en las manos, había pasado por su lado. Esto le preocupó de tal manera que regresó a casa a toda prisa, se quitó la casaca y temeroso de haberse manchado, no se la volvió a poner. Una vez que su madre se cayó en el barro, se abstuvo durante un tiempo de acercarse a ella, diciendo continuamente que percibía el olor a barro.
-Sobre el escultor y estuquista de Fiésole Silvio Corsini (1495-1547) también aficionado a la nigromancia:
Era sacristán de la Compañía de la Misericordia, que en aquella ciudad acompaña a los condenados a muerte al lugar de ejecución, se le metió en la cabeza el más extraño capricho del mundo. Una noche desenterró el cadáver de uno que habían ahorcado el día anterior y lo disecó por amor al arte. Como era un excéntrico y quizás incluso un nigromante, y una persona que creía en los hechizos y tonterías semejantes, lo desolló por completo, y con la piel curada siguiendo un método que había aprendido, se hizo un justillo que llevó durante un tiempo sobre su camisa sin decirlo a nadie, creyendo que tenía alguna gran virtud. Pero habiéndole reprendido una vez un buen Padre a quien había confesado el hecho, se quitó el justillo y le dio sepultura como el monje le había mandado.

jueves, enero 05, 2006

Bizácoras

Feliz esta mañana cuando me he visto incluída en las listas de Bizácoras, directorio de blogs un tanto bizarros y dedicados a la subcultura. Ya lo tengo en Favoritos y allí podré espiar cuando actualizan mis blogs favoritos.
Los geniecillos que están detrás de este proyecto son Tnarik y Scari Wó, muchas gracias por incluir mi blogcito en vuestra lista.

miércoles, enero 04, 2006

The Human Ostrich

Oficios improbables.
-Dime, ¿qué quieres ser de mayor?
-Quiero tragar ratas.
-Pero, ¿por qué?, ¡¿por qué?!
-No sé, nadie lo hace. Es algo insólito. Seguro que tengo muchísimo éxito.
-Pero, ¿por qué no puedes ser bombero o contable como tu padre?

No sé si sería vocación lo suyo, pero este caballero que parece tan poquita cosa se dedicaba a regurgitar ratas y sapos entre otras cosas. Judío, tuvo que abandonar Alemania con la subida al poder de Hitler y emigró a Estados Unidos. Le atraía enormemente el mundo de las ferias, con sus enanos, mujeres barbudas, traga sables, etc. Y como había presenciado varios espectáculos de individuos tragando bombillas y cristales pensó que eso se le podría dar bien.
El suyo es un caso de tenacidad, ya que le costó un gran esfuerzo aprender a tragar objetos para después vomitarlos con facilidad: cadenas, relojes, frutas, llaves… pronto comenzaron a deslizarse por su garganta, incluso en mitad del show se ponía a dar saltos como un loco para que el público escuchase el metal agitándose en su estómago.
Y de ahí al más difícil todavía. En una ocasión retó a los espectadores a que podía tragar el reloj de pulsera más grande que trajesen. Lo que no esperaba era un reloj ¡con cuernos! Pobre The Ostrich, casi al borde de la muerte, el mismo caballero que le dio el reloj comenzó a pegarle para recuperarlo e incluso el dueño de la feria le daba golpes, creían que estaba fingiendo. Como es de suponer, este tipo de escenas tienen un final feliz.
Pero su número estrella eran las ratas. Debió pensar que le darían renombre. Y vaya si lo hicieron. Muchos al verle escupir esos animalillos de larga cola salían corriendo o se desmayaban.
Aunque estaba pensando que hoy en día, no sé si asustaría a alguien.